Biblioteca Elvira M. Colón

Nació en el Barrio Descalabrado de Santa Isabel durante la penúltima década del siglo XIX. Cuarta y última hija de Regino Colón y Juanadina Negrón, ambos humildes ciudadanos ponceños, pero de una riqueza espiritual inmensa, lo que constituyó la herencia más valiosa dejada a Elvira María Colón Negrón. Elvira estudió sus grados primarios en la escuela rural del barrio donde vio la luz de Dios por primera vez, y donde habría de empezar a rendir su labor docente.

Se convirtió en una autodidacta natural y decidida, aprovechando las limitadas oportunidades de estudios académicos y profesionales en su pueblo natal y en la Universidad de Puerto Rico, donde se graduó de maestra normal, luego de directora de escuela, y finalmente, obtuvo un bachillerato en artes con especial atención al cultivo de las artes del lenguaje y la literatura.

Su vocación la guió al salón de clases de la ruralía de nuestro pueblo. Su autodidactismo la motivó a leer constantemente y su inquietud literaria la lanzó por los senderos cultos de las obras literarias consagradas por la historia de los grandes ingenios de la Lengua Castellana.

En el grupo magisterial, estableció su liderazgo, habiendo sido Presidenta de la Junta Local de Maestros. Colaboró con la economía de su pueblo, ayudando a fundar la Cooperativa de Ahorro y Crédito de Santa Isabel. Cristiana por vocación, promovió el cristianismo católico con fe y decisión. Como el "SEMBRADOR" de la leyenda, vivó "sembrando", siempre "sembrando"... porque cuando se ha sido maestro por vocación nunca se deja de ser...

La Srta. Elvira Colón Negrón, o "Miss Colón" como cariñosamente todos le decían, era una dama que reunía muchas cualidades que la hicieron merecedora de nuestra admiración y respeto. Fue una gran amiga, vecina y educadora. Supo impartir sus conocimientos y más aún acercarse a sus estudiantes para ofrecerles su amistad, comprensión y cariño. Empezó a ejercer como maestra a muy temprana edad. Se le reconoció como una de las mejores maestras de español del área Sur. Más tarde se desempeñó como directora de escuela pública. Desempeñó además el cargo de catedrática de la Universidad Católica de Ponce.

Era muy atenta con familiares y amigos. No dejaba pasar por alto un cumpleaños, un aniversario, un Día de las Madres, un Día de los Padres, y en especial, un Día de Reyes. En este día su generosidad era inmensa. Cuando su salud se lo permitía, ella personalmente compraba los regalos. Últimamente, cuando la vista le impedía salir de compras, mandaba a alguien de su confianza a comprarlos. Los regalos los iba separando por familia. Se complacía dando sin recompensa. Gozaba santificando el Día de Reyes. Es algo digno de recordarse. Era una persona de muy buenas costumbres, culta, sincera y educada. Agradecida de todo corazón, un saludo, una sonrisa, una visita...

Miss Colón, fuiste un tesoro muy apreciado, cuyos consejos y sabias enseñanzas no pueden olvidarse fácilmente.